...ALEGORÍAS DE UNA VIDA A TRAVÉS DE PENSAMIENTOS...
.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.
.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.
.*.*.*.*.*.

lunes, 27 de julio de 2015

Hablando contigo

Hace unos días pensé en escribir sobre ti, me salió un texto precioso y lloré mientras pensaba en qué escribirte, en qué decirte...

Hoy intento juntar esos pensamientos y reordenarlos. Y me arrepiento de no haber llevado papel y boli mientras paseaba por el campo. Hoy tengo ganas de hablar contigo:

¿Sabes?
Me acuerdo el día en el que te conocí. Cómo fui poco a poco sabiendo más de ti, y de cómo fue creciendo nuestra amistad. ¿Te acuerdas cuando escuchábamos música juntos? hablábamos por las tardes por el ordenador y hablábamos de música, de un poco de todo, de un poco de nada.... y así pasaban nuestras tardes. Luego veníais tu primo y tú a mi casa. Pasábamos tardes enteras riéndonos, jugando al tenis, en la piscina, hablando...¿Te acuerdas de quién fue la idea de hacer aquel vídeo gracioso que grabamos en mi jardín? Yo no me acuerdo, pero sí recuerdo lo bien que lo pasamos, y lo divertido que era hacer tomas falsas, una y otra vez...

Me acuerdo de cuando me reía de tu pelo largo y de tu barba, o de cuando te reías tú de mi. De la última vez que te vi, en aquella parada de autobús. Estabas raro, quizá agobiado con tanto examen. Quizá hacía demasiado que no hablábamos. Me acuerdo de tu último mensaje, me escribiste que querías verme, y al final no pudimos vernos una última vez...

Hoy confieso que no me acuerdo de la fecha exacta del día en que te fuiste, que no quiero acordarme de un día tan triste, y que prefiero recordar cada día los buenos momentos que pasamos. He de confesarte que te he odiado mucho, que no entiendo tu decisión, que no comprendo porqué te fuiste y que tendrás que explicármelo algún día, cuando volvamos a encontrarnos. Tienes que saber que me odio a mi misma, por no haber hecho caso a aquel último mensaje.

Hoy como otros muchos días vuelvo a hablar contigo, te cuento lo que me pasa, los planes que tengo, te cuento que he quedado con tu primo y que cada vez que estamos juntos, siento que estás tú ahí con nosotros. Como antes. ¿Te acuerdas?


Hoy hablando contigo siento que me entiendes, que sonríes y me cuentas un chiste, como hacías antes... Hoy sonrío pensando en ti, te echo de menos, como casi todos los días.

Y el día en el que nos volvamos a ver, entonces, reiremos como siempre.